Maestro de ceremonias civeles
El pasado sábado tuve la oportunidad de ser el maestro de ceremonias de la boda de Jorge y Loli en el increíble complejo hotelero de Benidorm Meliá Villaitana.
Fue una tarde mágica con todos ellos, una familia… a la que tengo mucho aprecio y que valoran de una forma muy especial mi trabajo, ya que después de contratar mis servicios en otras tres ocasiones para los cumpleaños de sus hijos, pensaron que sería la persona perfecta para oficiar su boda, y claro está, no pude negar la propuesta para compartir con ellos un día tan especial.
Fue una ceremonia dinámica, amena y muy emotiva, donde además, no faltaron las anécdotas en algunas de las lecturas de sus familiares y amigos que estuvieron muy acertados en todo momento como Ruth e Inma, que lograron emocionar a todos los asistentes; o Sergio, que arracó muchas sonrisas y carcajadas con sus palabras.
Llegados al momento más serio de toda la ceremonia, la lectura de los artículos del código civil del 66 al 68 correpondientes a este acto, les declaré unidos en matrimonio pero… me salté un pequeño detalle sin importancia ¡los anillos! Jejeje pero hasta a esto le sacamos unas risas con Daniel y Victor, que casi se los llevan para sacar algo de dinerillo y poder comprarse una Wii jejeje. Después de esto, volvimos a repetir el precioso momento de “podéis besaros”, para seguidamente pasar a firmar el libro de actas y hacernos unas fotos con la feliz pareja.
Pasamos al cocktail y depués al banquete, donde hice magia para todos los asistentes con la ayuda de los novios. También deleité a los niños con un poco de globoflexia. No me despido sin antes contaros la anécdota que tuve con una de las pequeñas, Verónica (7 años) que se acercó a mí durante la cena y tuvimos esta pequeña conversación:
– Tú eres el cura, ¿verdad?
– Pues… verás verónica, no soy cura, hay muchas personas que pueden casar a otras personas y no son curas
(Me mira con cara de extrañada, se pone la mano cerca de la boca con la cabeza algo inclinada, como diciendo… me estás tomando el pelo y dice…)
– ¡Tú eres el curaaaaaaaaa! (y salió corriendo antes de que le pudiese contestar de nuevo jejejeje)
Bueno, antes de marcharme abrimos el baile, y menudo baile, fue toda una sorpresa para todos. Un baile que abrieron los novios con sus hijos y que dejó a todos con la boca abierta. Tras su fantástica intervención animé a todos los que pude a salir a la pista y… ¡”me pegué” un gran baile con la novia!
¡Gracias familia por contar conmigo nuevamente! Os deseo que el resto de vuestra vida siga siendo maravillosa y cuidéis vuestro amor y familia como habéis hecho hasta ahora.
¡Un fuerte y mágico abrazo!
Daniel Blanco